Luego de ser despachada a ley por el Senado el pasado 10 de enero, y publicada en el Diario Oficial el martes 31 de enero, entró en vigencia la ley 21.532, iniciativa que previene y sanciona el escape de salmones desde los centros de acuicultura con suspensión de operaciones y con multas.
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, expresó que «esta normativa traza el camino hacia una actividad más sustentable, segura y transparente que protege a la pesca artesanal, ya que el escape de salmónidos de sus centros de cultivo genera una afectación directa en el ecosistema marino y las comunidades aledañas».

Los cinco puntos principales de la Ley 21.532 son los siguientes:
- Establece condiciones de seguridad en los módulos de cultivo y fondeo, y la sanción si hay falta de diligencia en esta obligación.
- Sanciona toda acción que provoque escapes de salmones con las penas establecidas en el artículo 440 del Código Penal.
- Establece la obligación y plazo para la recaptura de las especies escapadas.
- Establece la colaboración de los armadores artesanales en el proceso de recaptura y la declaración de las capturas accidentales de especies salmonídeas.
- Exige la publicación de la cantidad y clase de antibióticos y antiparasitarios utilizados, y su respectiva biomasa, mortalidad y cosecha.